EL SERVICIO ELECTRICO TERMINARA CON EL GOBIERNO DE VENEZUELA
Varios años dedicados al estudio y desarrollo de sistemas de mantenimiento en Venezuela y en varios países latinoamericanos, me permiten asegurar que el servicio eléctrico en Venezuela será el Talón de Aquiles que sepultará las expectativas del actual gobierno de continuar ejerciendo el poder ejecutivo en Venezuela en el corto plazo, al igual que al resto de los poderes en el mediano plazo. Esta experiencia incluye mi conocimiento en el área de sistemas eléctricos, en particular. Al lector quiero hacerle una primera referencia respecto a un concepto elemental en mantenimiento, cuál es el de disponibilidad de los sistemas o equipos, muy simple: se trata del porcentaje del tiempo en que un equipo está realmente disponible para cumplir su misión, con toda su capacidad, con respecto al tiempo total que debería estarlo. Siento pena ajena cuando leo en un diario de circulación nacional a la máxima autoridad gubernamental en área de energía eléctrica, quien declara que la tortura, quiero decir el racionamiento de consumo de energía eléctrica, se debe a que: la demanda ha crecido, al verano y al crecimiento económico, que según él es de 4 a 5%, menuda mentira para justificar lo injustificable. Esto lo dice “en la mitad del río” como si nunca supiera cuál es la demanda esperada, ni cómo hacer para afrontarla, ni cuánto dinero han regalado a Cuba y al resto de la comitiva del subdesarrollo socialista latinoamericano, en lugar de dedicarlo, al menos parcialmente, a afrontar esta penosa situación a la que han llevado al país. Todo gerente de sistemas eléctricos sabe que su prioridad es conocer cuál será la demanda esperada y cómo va a proceder para satisfacerla. Peor aún, este caballero habla como si nunca supiera lo importante que es la energía eléctrica para la sociedad, para decirlo a su nivel socialista-militarista: como si no supiera que el pueblo requiere del servicio eléctrico como una prioridad fundamental en su vida, pero este es el socialismo del siglo XXI: oscuridad en la casa y claridad hacia afuera (de Venezuela, quiero decir). Si ésta es la calificación gerencial de la máxima autoridad del sector eléctrico, cuál será la de sus gerentes operativos, pues para nadie es un secreto que en este sector, la capacidad técnica del personal de línea se vino al piso hace bastante tiempo. Acabaron con acerbo tecnológico que teníamos en el sector. Bueno, pues en Guri hay reportes de que la turbina número 2 está permanente fuera de servicio por mantenimiento y vibraciones cuando está en servicio, pero la turbina número 2 es solamente una de siete unidades (5;6;8;10;12 y 16) permanentemente fuera de servicio de un total de 20 unidades, y si a este panorama le agregamos dos pequeños problemas complementarios: Planta Centro con más del 75% de su capacidad fuera de servicio (con una unidad de generación que nunca más se podrá utilizar porque fue desmantelada para utilizar sus partes como repuestos) y la operación inadecuada de las plantas que compraron a Cuba, sin hacer mención a la dudosa confiabilidad de este equipamiento, cuyo costo parece superar los mil millones de dólares, no cabe duda que desde el punto de vista de generación eléctrica estamos muy lejos de alcanzar una disponibilidad adecuada, se trata de un problema gerencia y tecnológico al cual no se le vislumbra solución en el corto plazo, puedo decir con conocimiento de causa, que este gobierno no está en capacidad de resolver esta arista del problema. Refiero al lector a consultar en el Diario El UNIVERSAL del día 2 de abril 2011 las declaraciones del Consultor José Aguilar, quien revela información detallada sobre la capacidad real de generación en Venezuela.
Pero veamos otro aspecto no menos grave, y es el de mantenimiento y operación de los subsistemas de transmisión y distribución. Buena parte de las subestaciones y líneas de transmisión están saturadas en capacidad, y a la vez la gerencia de estos sistemas ha abandonado casi por completo el mantenimiento, la demanda, como dice el “experto ministro” ha aumentado y la capacidad de transmisión sigue rezagada. Es muy simple: no hay manera de transmitir de forma confiable ni siquiera la poca demanda actual. Ni modo, es necesario sacrificar al pueblo: racionamiento, cortes y fallas por todas partes.
Y la distribución? Nada que ver. Se trata de un problema mayor. Llevar la energía desde alta a baja tensión. Miles de puntos de distribución: transformadores, postes, líneas, etc., que llevan la energía a puerta de consumidor requieren de un ejército de trabajadores bien calificados, dotados de herramientas, equipos y adiestramiento adecuado para garantizar una disponibilidad adecuada en este enjambre tan complejo. Los trabajadores socialistas parecen no estar ni capacitados ni motivados a mantener una distribución adecuada, esto por no mencionar la carencia de medidores ni el robo de energía, cuyo monto no conoce ni siquiera la gerencia de mediano nivel.
Menudo problema para un país que hace escasos años contaba con una de las mejores redes eléctricas de América Latina. Hospitales, la banca, la producción industrial (la poca que queda), las telecomunicaciones, la enseñanza, la agricultura, por decir lo menos, están seriamente comprometidas y no hay esperanzas de una disponibilidad razonable de energía eléctrica, y menos con un gobierno que en tantos años no ha ni siquiera elaborar un plan serio de energía eléctrica. No es difícil predecir que este gobierno socialista está de salida, gracias a tantos problemas, uno de los cuales, y más agudo es la carencia de un servicio eléctrico medianamente confiable, entre otros tántos.
Santana,
ReplyDeleteEste tema es álgido y urgente. Ojalá se reúnan los mejores talentos alrededor del mismo.
No estamos en el siglo XIX cuando bastaba una vela para alumbrar tu cuarto o leer un libro inclusive.
Ahora, nada de lo que hacemos funciona sin electricidad. Ni siquiera los gobiernos se pueden conformar con una plantica de emergencia para mas o menos funcionar en palacio. Ya no se gobierna desde tan solo desde el palacio, el cual, si los gobernantes se descuidan, puede devenir en su propia oscura prisión.
Ya no se gobierna sólo desde el palacio, el cual, si los gobernantes se descuidan, puede devenir en su propia oscura prisión.
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