LA LEVADURA

 LA LEVADURA

Como dice la canción que cantaba Mercedes Sosa: Que vivan los estudiantes porque son la levadura, del pan que saldrá del horno, con toda su sabrosura. Hace bastante tiempo, en alguna de sus cadenas he escuchado al Presidente  de Venezuela referirse a esta canción para congraciarse con el movimiento estudiantil, pero que lejos está a estas alturas del partido (marzo 2011) de que sus acciones de gobernante se correspondan con aquellas intenciones de consideración y afecto para con los estudiantes de su país. El movimiento estudiantil hoy como siempre es la expresión más pura de la defensa de nuestras tan precarias libertades. En Venezuela las huelgas de hambre se han convertido en el único instrumento de protesta de los venezolanos ante el desastre económico y social en que está sumergido el país, y son los estudiantes quienes pagando los más altos costos, arriesgando la vida con un arrojo impresionante, han asumido la lucha de los venezolanos para decir: ya basta. El abuso del poder y la falta de moralidad democrática de absolutamente todos los poderes han llevado a los venezolanos  a una pérdida progresiva de la autoestima, hay miedo a todo, la represión solapada o abierta ha hundido a los venezolanos en la más absoluta indefensión, la privacidad la hemos perdido hasta en la casa, el G-2 está, como el Espíritu Santo, en todas partes. Nadie, aunque quiera, puede hacer nada para exigir el disfrute de sus menguados derechos; los presos políticos son una pequeña muestra de ello, y han sido los estudiantes quienes arriesgándolo todo han salido a la calle a exigir justicia, libertad a los presos políticos, presupuesto adecuado para las universidades, etc. Utilizando el arma más riesgosa: la huelga de hambre.

La vida de una persona es, de hecho, el valor humano más preciado y con ella Franklin Brito (agricultor profesional) pagó en nombre de todos los venezolanos las inclemencias del gobierno por su inagotable deseo de destruir lo poco que en el agro se había logrado. Todos recuerdan las  escenas macabras de sus apariciones por TV pidiendo justicia. Murió pesando 38 Kg después de 144 días de huelga de hambre y con una masa corporal inferior a 14. La respuesta de fondo de uno de los poderes fue que había sido inducido a la muerte, y la familia pasó muchos días sin dormir esperando ser imputada. Otra referencia dolorosa es la del estudiante Vilkar Fernández quien en 31 días de huelga de hambre por lograr un presupuesto adecuado para las universidades, perdió 12,5 Kg de peso corporal.

En Venezuela las huelgas de hambre como medio de protesta, o mas bien como herramienta de exigencia de reivindicaciones  y/o de justicia, se han incrementado en los últimos dos años. Los estudiantes, empleados y obreros despedidos sin ninguna contraprestación, después de agotar todos los recursos, sin encontrar respuesta o diálogo alguno, huyendo a la represión de las manifestaciones o marchas, han tomado el camino de la huelga de hambre. La indisposición a ser atendidos o escuchados ha sido tal, que coserse la boca es como un mensaje de llegar hasta la muerte si no logran ser atendidos en sus peticiones más que justificadas. Estamos dispuestos a morir si es necesario, predican muchos estudiantes en huelga. Esta ha sido la única, inhumana e innecesaria manera de lograr ser atendidos o escuchados.  Y parece ser verdad que estos jóvenes están dispuestos a pagar con su vida la sordera del Estado. Al final el gobierno ha tenido que escucharlos, y en parte, por lo menos en las dos últimas huelgas de hambre, los poderes dependientes del poder ejecutivo han respondido parcialmente a las justificadas exigencias de los huelguistas. Uno se pregunta: ¿Qué razones tiene el gobierno para someter a la juventud a tales riesgos? Absolutamente ninguna. Para muestra de la indiferencia del gobierno, veamos una declaración pública del ministro de exteriores en interiores: si quieren caminar desnudos por la calle que lo hagan, si se quieren coser lo que se quieran coser, que se lo cosan; pero el pueblo y Chávez vamos a seguir trabajando por la patria. Cómo un Ministro de Relaciones Exteriores, es decir  Canciller de la República, puede asumir funciones que no le corresponden y mucho menos utilizar un lenguaje tan distante del requerido, no por él, sino por la investidura del cargo que representa?. Esto por no mencionar declaraciones de otros funcionarios que sin ninguna reparación han dicho cosas de tan poca coherencia como: factores de derecha están manipulando a esos estudiantes, utilizándolos para intentar desestabilizar el ámbito político del país y continuar sus planes de agresión contra Venezuela.  La determinación de los estudiantes ha sido tal, que uno de ellos en huelga de hambre decía: “estamos dispuestos a llegar hasta el final. No queremos morir, ni queremos sufrir daños irreversibles. Pero la libertad necesita este sacrificio”. Y sabe el lector por qué causa unos 40 estudiantes mantenían la huelga de hambre a que aludo en los comentarios anteriores: ni más ni menos porque una treintena de universidades del país podría llegar a corto plazo a un paro técnico por no disponer de recursos. No hay razón alguna para una indiferencia y menosprecio tan grandes ante el esfuerzo sobrehumano de los estudiantes en busca de ser escuchados de una manera decente y humana. Esa declaración del ministro de exteriores refleja a las claras la poca sensibilidad del estado ante los crecientes problemas de educación superior en Venezuela, además de la usurpación de funciones públicas de los diferentes componentes del gabinete. Cuántos trabajadores han sufrido la inclemencia de la carencia de diálogo y ni siquiera utilizando el recurso de la huelga de hambre han sido atendidos. No en vano en Venezuela la conflictividad laboral ha llegado a los extremos de superar más de 3.000 (tres mil) protestas públicas desde el año 2010.

Pero ¿cuál será el pan que saldrá del horno con toda su sabrosura?

Algunos expertos en planificación de recursos humanos piensan que en Venezuela las universidades son una maquinaria para producir desempleados. Hablamos de la masificación de la educación, cuyo resultado socialista del siglo XXI no es otro que dejar en la calle “profesionales” de muy baja calidad cuyo destino más próximo es el cambio de oficio o de país. Esto último en particular para los egresados de universidades serias que están produciendo un recurso humano a altos costos y destinado a los mercados de trabajo de otros países que andan en busca de talentos para su desarrollo, digamos por ejemplo: Colombia, Perú, las transnacionales petroleras etc.

Ya en el año 1992 se publicó en Venezuela un estudio: “La universidad posible e imposible” donde se advierte la desvinculación de la universidad con los mundos empresariales, la tecnología, la investigación, y las demandas de la sociedad. En Venezuela no hay correspondencia entre demanda real y egresados, por ejemplo: un estudio de la Universidad Católica indica que en el 2008 había en Venezuela unos 28.000 jóvenes estudiando comunicación social, sabrá Dios cuantos habrá hoy marzo de 2011, ésto para solamente indicar un ejemplo, pues es espeluznante lo que médicos profesionales docentes comentan en relación con la carencia de conocimientos de los supuestos médicos bien sea llegados de la Habana o egresados de instituciones universitarias de bajo nivel. A manera de chiste escuché decir a una persona residenciada en un caserío del Oriente del país, que un médico cubano le había recomendado comer sancocho de zamuro para unas dolencias reumáticas, probablemente sea mentira esta recomendación, pero sirve de referencia sobre la calidad de la medicina que estamos importando.  Todo está relacionado con una desvinculación total de la realidad, vale decir de la demanda, pues resulta imposible hacer estimados de demanda de profesionales para el área industrial (por sólo mencionar un aspecto de la demanda) cuando el aparato industrial ha sido desmantelado o, por otra parte, nacionalizado. Las nacionalizaciones sólo han dejado un cementerio de chatarra en que han convertido las diferentes plantas por una escasa capacidad gerencial y la fuga de técnicos profesionales que no soportan una gerencia socialista del siglo XXI, sin ninguna capacidad ni técnica ni gerencial.

En un próximo espacio abordaré este aspecto de la  gerencia de producción industrial, por ahora haremos un comentario final para dar una idea del liderazgo de la educación pública. Se trata de una declaración de un caballero llamado Héctor Rodríguez del Frente de la Juventud del PSUV, quien con su cara muy lavada hace un estimado de los costos por estudiante, por universidad. Allí indica que para el año 2009, a la USB un estudiante le cuesta 26.000 bolívares por año; a la UCV le cuesta 13.000 Bs/año; a la Universidad Bolivariana le cuesta 494 y a la UNEFA le cuesta solamente 228 bolívares. Uno se pregunta si solamente en becas acaban de aprobar un monto de 400 bolívares por estudiante cómo es posible semejante estimado, particularmente viniendo de una persona con responsabilidades de liderazgo en el sector. Venezuela cuenta con un plantel que supera las 55  universidades de las cuales 9% son autónomas; 33% son experimentales; 49% son privadas y 8% son institutos universitarios de tecnología para una población de aproximadamente 450.000 estudiantes. Con todo el estado de cosas planteadas y por plantear, que no son pocas, resulta imposible tener una aproximación de si estas cifras son las adecuadas, y menos aún si la calidad de la educación (con tantas limitaciones presupuestarias) es la aceptable, o si hay alguna correspondencia entre los recursos humanos que egresan  y la demanda real en calidad y cantidad. No tengo duda en afirmar que el pan no saldrá del horno con toda su sabrosura.

A LA MESA

Desde mi reciente residencia en USA en busca de una mejor calidad de vida de la cual, sin duda alguna, estoy disfrutando sin los prejuicios que el “socialismo del siglo XXI”  atribuye al IMPERIO y, por qué no decirlo: huyendo del Infierno en  que se ha convertido mi país: VENEZUELA; me ha quedado tiempo para reflexionar respecto a la gran Esperanza  Colectiva en que se ha convertido la Mesa de la Unidad Democrática.  Esperanza (con mayúscula) que se traduce en una gran responsabilidad para sus directivos, pues no es un secreto que las mayorías sedientas de democracia están pidiendo a gritos UN CAMBIO. Los tiempos por venir son cruciales para los venezolanos, huérfanos de libertad, perseguidos por los cuatro costados por quienes en nombre de un “socialismo virtual”, con siglos de atraso, han cometido el más cruel de los asesinatos: llevar a una sociedad como la  venezolana a uno niveles de miseria  más  degradados del planeta. La desinformación, el fascismo militarista, la dependencia y/o carencia de poderes y la impunidad, entre otras, han sido las líneas básicas de once años de dictadura. Menuda tarea la de LA MESA: retornar a la democracia al país vencido y humillado.

Los riesgos de LA MESA  son machos y muchos, pero pasan por el esfuerzo sobrehumano de sembrar en profundidad la seguridad de lograr un CAMBIO real. Pero, CAMBIO cómo y  hacia dónde?  He aquí  una de las grandes responsabilidades a afrontar. De mis trabajos en Venezuela relacionados con diseño de encuestas y, en particular, con métodos de investigación de opinión, pude palpar el riesgo de fracaso de cualquier trabajo de desarrollo de nuevas formas de participación ciudadana. La razón es medianamente sencilla: la gente se contaminó con el veneno del dinero mal habido: es mejor esperar el pago de la Misión, por pequeño que sea, sin hacer ningún esfuerzo, a tener que ganarse el pan con el sudor de la frente. Si mi “ regalo” no alcanza, en casa hay varios miembros de la familia,  igual que yo, que juntos nos redondeamos una buena papa como miembros de la Mision. Este es el criterio generalizado de la población Chavista. Es un mal nacional cuyos resultados no se han hecho esperar: prácticamente no hay gente para de nada, una buena parte de la población está contaminada. Esto por solamente abordar un aspecto general de la situación, sin pasar por las demás formas de corrupción generalizada en buena parte de la población.

Otro aspecto a tomar en cuenta para el esfuerzo de generar un CAMBIO, es el relacionado con el retorno a la independencia de los poderes. Una de las fuentes de mayor degradación de la sociedad venezolana ha sido la sumisión de todos los poderes al Poder Ejecutivo, en particular a la del Presidente de la República que es en sí el Poder Ejecutivo. Particular atención en la formulación de una nueva democracia, será la Gerencia Pública, mejor dicho: gobernar por un tiempo con la cruz de todos los poderes en contra. No queda otra alternativa que echar mano de los mejores recursos humanos, tanto para formular un Plan Democrático exitoso, como para ejercer el poder en situaciones tan adversas como las que se encontrará el país. La Juventud Venezolana será muy probablemente la fuente más poderosa a la cual recurrir, tanto para la garantía de éxito gerencial público, como para la consolidación de una nueva democracia. Hasta los valores religiosos han sido vulnerados por esta maldición de fascismo militarista, y posiblemente sean las diferentes Iglesias una fuente inagotable de soporte hacia ese CAMBIO al cual me estoy refiriendo. En la medida en que voy escribiendo estas modestas ideas, o mejor dicho, opiniones, se me nubla la mente de tantas cosas malas que será necesario afrontar, donde quiera que uno fije vista, lo que observa son ruinas, miseria de la buena, y debo decir de verdad verdad que no exagero al  pedirle a Dios que ilumine a los dirigentes la de LA MESA en esta gran responsabilidad.

He pensado, y lo he observado en la opinión de algunos dirigentes de oposición, que es necesario aprovechar el tiempo para publicar el PRIMER CAPITULO de esta agenda de nueva democracia. Se trata de la selección del Candidato en el momento más oportuno y con el mejor método posible. Ambos aspectos son esenciales como oferta abierta de CAMBIO. Otro aspecto fundamental es el compromiso de los candidatos de que al ser elegido uno de ellos, el resto pasaría a formar parte de un gran Polo Democrático con un plan de acción comprometido con toda la población. El Candidato tendrá que confrontar en todas sus aristas la estrategia fascista del actual candidato y Presidente.  Esto implica un diseño estratégico particular, sobre el cual es para mí imposible comentar a esta alturas de juego (marzo 2011), diseño que no necesariamente tendría que ser el de una confrontación abierta, sino una estrategia comunicacional contra la cual el Presidente no podrá jugar en su terreno de mentiras acumuladas, una tras otra, día tras día, cadena tras cadena, preso político tras preso político. Una estrategia que abra la esperanza de una nueva vida para los venezolanos, a quienes será necesario hacerles   saber de la manera más contundente que, a la hora de construir esa nueva democracia, a cada quien le toca su cuota de sacrificio frente a este país en ruinas. Siempre basados en el inmenso daño que este Fascismo Militarista ha causado al país. Finalmente, LA MESA deberá tomar muy en cuenta el factor militar, pues para nadie es secreto el inmenso daño institucional que este Fascismo Militarista ha causado a la Institución Armada.

Sombras

De siempre hemos conocido que el socialismo es un modelo social que propugna la socialización de los medios de producción, donde el Estado es el dueño del patrimonio productivo y su administración es de orden colectiva. Se trata pues de una doctrina política que atribuye al Estado el poder de ordenar la vida civil, económica y política. Por otra parte, sabemos que el Capitalismo es un sistema económico fundado en la propiedad privada y la libertad económica, como una relación económica básica de producción, donde los individuos y empresas llevan a cabo la producción y el  intercambio de bienes  y servicios en forma libre, con el propósito de beneficiarse, y donde la distribución, la producción y los precios de dichos bienes y servicios son determinados por el libre mercado. Ni una cosa, ni la otra, han existido ni existen en Venezuela. Hago estos breves recordatorios con la finalidad de soportar mi percepción de que el Gobierno venezolano no es ni una cosa ni la otra, yo preferiría hablar de que estamos frente a una visión cavernícola de un fascismo militarista con todo lo que lo caracteriza. Vale decir que estamos ahorcados por un fenómeno que ha tomado el poder en Venezuela con el soporte de quienes se dicen socialistas, pero que jamás han tenido ni actividad pública socialista ni conocen de socialismo. Así que estamos gobernados por un Presidente de abierta postura fascista militarista y con una tribu de revolucionarios que jamás lo han sido, con  contadas excepciones, por ejemplo: Jackelin Farías o Alí Rodríguez. Se trata de un gobierno plagado de militares revolucionarios, “socialistas” por los cuatro costados de lo que estamos llamando Patria, que no es otra cosa que el comodín por excelencia para la corrupción. A este gobierno “revolucionario” le  debemos las atrocidades de una gerencia pública que nos ha llevado al abismo económico, a ellos se les debe el saqueo nacional, la pérdida de la oportunidad de oro de aprovechar las inconmensurables cantidades de dinero que han llegado a las arcas del Gobierno, a ellos se les debe la ruina nacional, institucional e internacional de Venezuela. Muchos de ellos deberían aparecer en la revista Forbes de los más ricos del mundo, como de hecho lo son, sin ni siquiera haber producido un centavo con el sudor de sus frentes que, dicho sea de paso, no la deben tener ni de dos dedos de ancho, por lo que se percibe de los resultados gubernamentales.

Todo el mundo sabe que, por ejemplo, para ser Canciller se requiere de un nivel de conocimientos tal, que el personaje para ocupar esa posición tenga unas capacidades  académicas y políticas que le permitan afrontar con éxito las inmensas responsabilidades de la relación de Venezuela con el mundo. Uno se pregunta: cómo un Presidente es capaz de promocionar en TV su éxito de contar con un  Canciller cuya mejor experiencia en gerencia pública haya sido chofer de Metrobús.

A esa camarilla de socialistas asimilados, militares y civiles, que con su cara bien lavada ocupan decenas de Ministerios y puestos de dirección altamente complejos en la esclerótica gerencia  pública de Venezuela se le debe la situación socio económica de Venezuela. Resultados diferentes  no se podía esperar. Venezuela ha sido un país signado por la informalidad en la gerencia pública, no es extraño que tengamos un presidente y un tren ejecutivo como el que tenemos. A fin de soportar un poco esta afirmación, hagamos un pequeño ejercicio que nos asome a las probabilidades asociadas a  la existencia de un gobierno de corte fascista-militarista como el actual;  veamos cómo ha sido le sucesión presidencial en Venezuela desde 1811 hasta 2011. Vale decir, desde el mandato del trío: Cristóbal Mendoza-Juan Escalona- Baltazar Padrón hasta Hugo Chávez. Ha habido 73 sucesiones presidenciales, de las cuales 44 han pertenecido a MILITARES. Como si esto fuera poco veamos la duración de algunos presidentes en sus respectivos mandatos: Pedro Gual Escandón en su primer período duró tres días en el poder (marzo 15 a marzo 18 de 1858; en el segundo período duró un mes en el poder (agosto 2 a sept. 2 de 1859; y en su tercer período duró desde el 20 de mayo al 29 de agosto de 1861. Es obvio: peor comienzo, imposible. Otro caso increíble es el Guillermo Tell, quien estuvo cuatro veces encargado del Poder en Venezuela, y la duración de cada período fue así: a) de enero 28 a febrero 20 de 1869; b) de abril 16 a abril 17 de 1870; c) de enero 17 a agosto 31 de 1892; d) de agosto 31 1892 a octubre 7 de 1892. Por otra parte, se destaca que Páez estuvo en el poder tres (3) veces entre 1830 y 1887, asi como Guzmán Blanco junto a Chávez han sido “ por ahora”  quienes más han durado en el poder superando los 10 años. La mayoría de los presidentes venezolanos antes de Edgar Sanabria fueron militares, precedidos por cuatro (4) Revoluciones y ocho (8) Golpes de Estado.

Como podemos ver, de no ser por la racha democrática de sucesión presidencial por  vía electoral, desde Betancourt hasta Caldera, Venezuela siempre ha estado signada por la espada no libertadora de gobiernos militares. La presencia en la gerencia pública del gobierno actual, de un fascismo militarista que se ha dedicado a construir un enemigo virtual : El Imperio, con el cual hace todo tipo de ejercicios de sombra, tanto el Presidente como el peor de sus gerentes públicos, y por supuesto no puede vivir sin el Imperio, que no es tal, y que si no fuera por ese Imperio no habría podido obtener las inconmensurables cantidades de recursos financieros que ha tirado por las cloacas de una corrupción insoportable. Vivir de esta manera le ha resultado la mejor vía para hacerse de tánto dinero que para la población jamás ha existido. Ni siquiera para calificar mano de obra, de la cual podríamos decir sin temor a cometer mayores errores, que un obrero calificado de Colombia equivale a unos diez obreros disque calificados de Venezuela.

En una próxima entrega de DE VERDAD VERDAD haremos algunos comentarios acerca del gran negocio que ha resultado para los revolucionarios venezolanos el juego virtual de ser ANTI IMPERIALISTA, ahora solamente recordemos los resultados funestos a la vista de todos, pero cuya medición resulta imposible porque todo tiene que ser oculto para que sea revolucionario. Pregúntese el lector, por ejemplo: cómo ha sido la inflación, los resultados del control de cambios y la devaluación, de: la educación, la salud, las cooperativa, la producción nacional, la alfabetización, la calidad de vida en general. Cómo van a pagar la deuda moral y económica (por decir lo menos) que los socialistas virtuales de este gobierno han adquirido con todos los venezolanos?.